Instrucciones para la Invocación:
Escoge un lugar apartado, oscuro y silencioso. Enciende velas en un círculo alrededor tuyo.
Coloca un altar con una representación del símbolo que deseas invocar, tallado en una piedra oscura.
Recita el antiguo conjuro de apertura, susurrando en un tono grave y reverente.
Utiliza un cuchillo afilado para realizar una pequeña incisión en tu palma, permitiendo que unas gotas de sangre caigan sobre el símbolo.
Mientras el símbolo se impregna con tu sangre, entona el nombre del ser que pretendes invocar, con un respeto temeroso en tu voz.
Permanece en silencio, con los ojos cerrados, mientras visualizas a la entidad, acercándose lentamente desde las sombras.
Cuando sientas su presencia, ofrécele un tributo de incienso y repetidas reverencias en señal de sumisión.
Formula tu petición con claridad y concisión, evitando ofender a la entidad con ambigüedades o egoísmo.
Escucha atentamente las respuestas o señales que puedan manifestarse a través de corrientes de aire frío, ruidos inexplicables o visiones inquietantes.
Al finalizar la invocación, agradece a la entidad por su presencia y ofrece una despedida respetuosa, enfatizando que su partida sea pacífica y sin consecuencias negativas para ti o tu entorno.
